Todo ser humano puede aspirar a ser lo que desee, pero para lograrlo hay que contar con la perseverancia, la dedicación y el esfuerzo. Si haces uso de estos tres valores aumentarás las posibilidades de coronarte con el éxito.
Si por alguna circunstancia no lo logras, ten la satisfacción de saber que si no lo hiciste, no fue porque te dormiste en el camino y que, a pesar de no haber llegado donde querías, pudiste aprender mucho de la vida y le sacaste el mayor provecho. No pudiste cruzar esa meta, pero lograste alcanzar muchas otras que estaban en el camino subordinadas a tu meta principal y que también eran de gran importancia para ti.
De todos modos, aunque tus facultades físicas se nieguen a responderte, no te sientas derrotado. Mientras te queden fuerzas para pensar, sigue fijándote nuevas metas.
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